Ni bueno ni malo sino todo lo contrario

A 2 días de mi vuelta a España, me entero de que el rey abdica, y que hay manifestaciones pro-república en casi todas las ciudades españolas, que los casos de corrupción siguen saliendo por doquier y que un magistrado del Constitucional se salta la ley conduciendo ebrio y sin casco. Y me pregunto, ¿dónde están peor las cosas aquí, en Mozambique, o allí, en España?

Sinceramente, no lo sé, pero sí puedo decir que aquí viven con menos preocupaciones, y que las preocupaciones son inversamente proporcionales a la felicidad, por tanto, aquí son más felices. ¿Hasta qué punto eso es bueno? Pues, de nuevo la respuesta es no lo sé, porque creo que nadie puede decir qué es bueno o qué es malo. Lo único que creo es que es diferente, muy diferente.

Los ritmos de vida, la cultura, las metas personales y profesionales, las formas de trabajo, las inquietudes, la política, la administración pública…todo es diferente. A pesar de tener facilidad para adaptarme a las circunstancias y considerarme una persona bastante abierta de mente a veces se hace complicado entender la forma de funcionar de esta gente.

Me sorprende, por ejemplo, que para ellos faltar un día al trabajo o llegar tarde sin justificación es lo normal. Que el llegar tarde a las reuniones o incluso no llegar, también es lo normal. Me sorprende que en una institución pública como es el Municipio no tengan bolígrafos ni papel, que no haya corriente eléctrica porque se ha acabado y nadie se ha preocupado de comprar crédito, y ello conlleve perder todo el día de trabajo, o incluso día y medio. (Quizá os sorprenda lo de “comprar crédito”, sí, es prepago, tienes que recargar el contador y puede que se te pase fácilmente, pero si hay una persona encargada de eso…es difícil que pase). Y la gente no se altera, no parece, aparentemente, que les preocupe, y a mí, como se dice en mi pueblo, me hierve la sangre.

Supongo, o al menos, quiero pensar, que la razón de que las cosas funcionen así es que estamos en el tercer país más pobre del mundo, que es preciso entender su cultura, su historia y que hay personas que hacen bien su trabajo, que saben lo que hacen y los problemas que hay, que se preocupan y quieren mejorar. Y esto te ayuda a asumir que los cambios son lentos, pero que al final se producen, y que nuestra forma de trabajo (me refiero a la cultura occidental) no tiene porqué ser la mejor ni la correcta, que hay que aceptar que el ritmo es DIFERENTE.

Por otro lado, creo que hay un problema bastante grave y es el factor político. Todo, y cuando digo todo es TODO, se paraliza si hay elecciones. Y no se paraliza el mes de antes, no. Por ejemplo, este año hay elecciones en Octubre, y desde el mes de Abril está habiendo reuniones de partido todas las semanas, muchas de ellas convocadas el día de antes, y a las cuales tienen que asistir todos los Concejales y el Presidente, porque si no parece que no comulgas con la política del partido aunque seas miembro (cito palabras textuales de uno de los concejales). Este mismo concejal me decía, “Cati, esto es el tercer mundo, y es así, aunque no tengamos dinero para recibir la visita del Presidente de la República, tenemos que hacerlo, y aparentar que todo funciona bien aunque la realidad sea bien distinta”. El Gobierno Municipal es consciente de que hay que mejorar muchas cosas en la Vila de Manhiça, entre ellas, la gestión del sector de agua, proyecto en el ONGAWA trabaja. Es por ello que mi respuesta fue “para que Mozambique deje de ser un país tercermundista hay que ponerse en marcha ya y aprovechar que tenéis el apoyo de entidades como ONGAWA para asesoraros y acompañar los procesos de cambio, pero las mejoras son para el Municipio y las decisiones finales las tenéis que tomar vosotros”.

Releyendo la entrada, parece que me llevo un sabor agridulce, pero no es así. Una vez que empiezas a entender que las cosas no funcionan como tú piensas (o te han impuesto o has aprendido) que deben funcionar, todo te parece relativo, y la sangre no te hierve tanto. Todo esfuerzo tiene su recompensa y paso a paso, los objetivos se alcanzan.

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